Cuando hablamos de productividad, hay un tema que no podemos pasar por alto: cómo concentrarse y aprovechar mejor el tiempo. En medio de la vorágine de la actividad diaria, a veces parece algo imposible de lograr.
La realidad es que hoy en día vivimos “bombardeados” por distractores que nos impiden enfocarnos en una sola tarea a la vez. Los espacios abiertos de trabajo, Internet y los teléfonos inteligentes han multiplicado nuestras oportunidades para informarnos y comunicarnos, pero también nos han vuelto más dispersos. Y eso puede provocar que nos pasemos el día haciendo muchas cosas, pero en realidad avanzando muy poco con nuestros proyectos más importantes.
Cuando tenemos un negocio, el tiempo no productivo es tiempo perdido.
Por eso la capacidad de atención y de gestionar bien cada hora del día se ha vuelto una ventaja competitiva clave para el emprendedor. Y la buena noticia es que, si crees que no tienes esa habilidad, puedes desarrollarla.
¿Qué tienes que hacer para organizarte mejor? Lo resumo en tres pasos: analiza tus hábitos, identifica aquellas “tentaciones” que te hacen perder minutos preciosos y desarrolla estrategias de autocontrol.
¿Crees que no tienes malos hábitos? Solo piensa en lo que haces cada día.
Cuando tenemos un jefe que nos paga la quincena, ¿qué importa si perdemos una hora en el tráfico por no salir a tiempo de casa o en el cafecito de la mañana con los compañeros de trabajo? ¿Y otra hora más en chatear con los amigos para organizar la siguiente salida?
Pero cuando estamos al frente de una empresa y somos los principales responsables de generar ingresos, no podemos darnos esos permisos.
Quizá pasas demasiado tiempo navegando por las redes sociales (algo muy común cuando, en las primeras etapas, los emprendedores manejan los perfiles de sus empresas). O inviertes demasiado tiempo en desayunar o comer con potenciales clientes.
No es que tengas que eliminar esas actividades, pero seguramente debes asignarles horarios más acotados.
Una vez que te hayas dado cuenta del tiempo que pierdes, el segundo paso para lograr concentrarse y aprovechar mejor el tiempo es aplicar el método de los “bloques de atención”. ¿En qué consiste? En dividir el día en espacios de tiempo fijos para cada tarea: proyectos, trámites, reuniones de trabajo y por supuesto, comidas y el gimnasio (o lo que hagas para recuperar tu energía).
Yo, por ejemplo, trabajo con períodos de una hora y media, en los que no me meto en Internet, no contesto emails ni llamadas telefónicas.
El tiempo destinado a tu proyecto más ambicioso, o a tu trabajo creativo, debe estar marcado en tu agenda como el bloque más importante del día. Este es un recurso muy bueno, porque si alguien te propone un encuentro o una llamada en ese horario, tendrás la excusa perfecta para proponerle otro.
¿Fácil? No, terriblemente difícil… Pero esto es como aprender a bailar: uno va mejorando con la práctica. Y un día, nos encontramos practicando estas nuevas rutinas de forma natural.
¡Hola! Soy Laura Suárez Samper. Periodista, editora y experta en marketing de autoridad para emprendedores y escritores.
A través de mis artículos, aprenderás cómo construir una voz influyente, ganar visibilidad digital para tu negocio y dejar atrás a tu competencia con la herramienta de autoridad más poderosa: un libro.
RECURSOS ÚTILES PARA EMPRENDEDORES Y ESCRITORES
Si quieres definir tu autoridad de marca y saber qué puedes hacer para potenciarla, no te pierdas este recurso descargable. ¡Descárgalo aquí!
Descubre tu nivel de autoridad y anímate a ser una voz influyente.
En cada sector hay muchos expertos. Solo unos pocos lo lideran y dominan a su competencia.