Aquí vas a encontrar:

• Mi experiencia
• Paso #1. Identifica tu ventaja competitiva
• Paso #2. Trabaja (e invierte) en tu imagen
• Paso #3. Arma tu página web
• Paso #4. Construye autoridad y credibilidad
• Paso #5. Mantén una red activa de contactos

¿Cómo construir una marca personal?

La respuesta arranca con otra pregunta: ¿cómo definirías tu marca personal? La primera vez que me la hicieron no supe, sinceramente, qué contestar. 

Con el tiempo comprendí que el branding personal es un tema serio. Y una herramienta clave para el crecimiento de un negocio.

Entonces, una de mis tareas más importantes como emprendedora fue investigar sobre este concepto y entender cómo podía aprovecharlo. Y hoy quiero compartir contigo ese proceso para construir una marca personal, por una sencilla razón…

Todos, no importa si tenemos una empresa o somos empleados, tenemos una marca personal.

Cada emprendedor, periodista, fotógrafo, médico, asistente o ama de casa tiene su propia manera de presentarse ante el mundo y de interactuar con los demás.

Esa huella personal está definida por nuestro aspecto, nuestros gestos y lo que decimos. Pero también por factores de «largo plazo», como la reputación y las relaciones de confianza que construimos a lo largo de los años.

Y es importante entender que aun cuando no hagamos nada planeado, o ni siquiera le prestemos atención al tema, siempre vamos a enviar un mensaje a los demás.

Seguramente confuso e incongruente, y a veces incluso contrario a nuestros propósitos. Por eso es tan importante definir cómo podemos aprovechar esta oportunidad.

Empecemos por entender el concepto de marca personal. De todas las definiciones que encontré, esta es una de las que más me gusta.

Tu marca es lo que dicen de ti cuando no estás en el lugar.

Jeff Bezos

Esta frase me encanta porque deja claro que construir una marca personal no tiene nada que ver con crear un personaje ficticio, ni es algo que podamos manipular. Por el contrario, significa que tenemos que ser auténticos y congruentes a lo largo del tiempo.

Mi experiencia

En mi caso, con una carrera de más de 20 años como periodista entre México y Argentina, siempre estuve acostumbrada a asociar mi nombre al de un gran medio. La Nación, América Economía o Entrepreneur fueron grandes llaves de entrada a información relevante, fuentes exclusivas y eventos importantes. 

Cuando tomé la decisión de emprender, entendí que tendría que enfrentar un reto importante: ¿sería mi marca personal suficiente para seguir abriendo esas mismas puertas?

La respuesta era clara: no. 

En ese momento dirigía Entrepreneur y mi nombre estaba ligado al de la revista de negocios de mayor circulación en México. Pero fuera de ese paraguas, poco se sabía de mí.

La verdad es que estaba haciendo poco para cambiar eso. Le huía a hablar en público, ya que me sentía poco capacitada y tenía pánico escénico. Tampoco era muy activa en redes sociales, en esa época me parecían una pérdida de tiempo. Ni siquiera tenía fotos hechas por un profesional.

Pero cuando me di cuenta de la importancia que tenía construir una marca personal, junté coraje y salí al ruedo. Un día tuve mi primera sesión en el estudio de un fotógrafo. Empecé a trabajar en el manejo de mi voz y en cómo podía mejorar mis presentaciones y conferencias. Y un día de diciembre, cuando las fiestas de fin de año habían bajado el ritmo de la redacción, desembarqué en Twitter. Laura Emprende, de hecho, nació de mi nombre como usuaria de esa red social.

Desde entonces, he trabajado en desarrollar un estilo, una voz y una personalidad propios. Y, por supuesto, en mantener mi reputación a través de proyectos sólidos y profesionales. Hoy, aunque todavía tengo mucho por hacer, siento que mi marca personal es una herramienta poderosa para conectar mi propuesta de valor con mi audiencia.

Si un emprendedor no cuenta con recursos para hacer publicidad, trabajar en su marca personal puede ayudarlo a generar nuevos prospectos.

Pero cuidado: hacer branding personal es un proyecto a mediano y largo plazo, en el que no hay atajos. Pero puedes, y debes, empezar hoy.

Según mi propia experiencia y el consejo de los expertos en branding, estos son los cinco pasos para construir una marca personal.

Paso #1. Identifica tu ventaja competitiva

Si hay una palabra que define nuestros tiempos es competencia. La tecnología y la globalización han aumentado de forma exponencial las opciones para el consumidor, por lo que tu primera tarea para construir tu marca personal es diferenciarte. Pregúntate: «¿En qué soy mejor? ¿Qué he hecho de manera diferente, que pueda resultar valioso para mi audiencia?”

Como explican Reid Hoffman (uno de los fundadores de LinkedIn) y Ben Casnocha en el libro El mejor negocio eres tú, tu ventaja competitiva está constituida por tres fuerzas diferentes y siempre cambiantes: tus activos (lo que posees en este momento), tus aspiraciones y la realidad del mercado.

Si te enfocas en tu valor diferencial, tendrás un mercado más pequeño. Pero también una voz más relevante, y más oportunidades para conversar con tus clientes y construir una marca personal.

Paso #2. Trabaja (e invierte) en tu imagen

Aquí necesitas tres cosas: un nombre, un logotipo y fotos de calidad. Nada de imágenes de Instagram de las últimas vacaciones o un logo hecho “de favor” por un amigo diseñador. No necesitas gastar miles de pesos en esto, pero si quieres tener un impacto positivo tienes que invertir. Seamos serios.

Tu marca puede ser tu propio nombre, o una frase que te identifique.

En mi caso elegí Laura Emprende, porque dice claramente lo que hago, invita a la acción y me recuerda una de mis canciones favoritas.

En cuanto al logotipo, hoy existen plataformas muy accesibles para contratar un diseñador freelance vía Internet, como 99designs, Fiverr o Upwork. Yo trabajé con un profesional con quien colaboré durante muchos años, que me conoce bien y supo desarrollar una imagen que me identifica. No se trata solo de que un logo sea bonito: debe conectar contigo.

Lo mismo pasa con las fotos, para construir una marca personal tienen que transmitir quién eres realmente. Contrata a una estilista, un maquillador y un fotógrafo para mostrar tu mejor versión, pero antes discute con ellos tu personalidad y qué quieres proyectar. La autenticidad es siempre el mejor camino.

Paso #3. Arma tu página web

No necesitas nada demasiado complicado. En principio, solo una página que diga quién eres, qué sabes hacer y qué puedes ofrecer a tu audiencia (o por qué deberían seguirte). 

Las redes sociales son importantes, pero este es el lugar donde quieres recibir a la gente cuando hagan una búsqueda sobre ti. 

Y donde puedes compartir contenidos útiles para ganar su confianza.

Para desembarcar en Internet hay plataformas de gestión de contenido gratuitas como WordPress, Blogger y Tumblr.

Mi recomendación es que siempre optes por la versión paga, que permite manejar un dominio y un alojamiento web propios, y así tener un mayor control sobre los contenidos.

Como me advirtió un profesor de un diplomado de marketing digital que cursé, «nunca levantes una casa sobre terreno ajeno».

Paso #4. Construye autoridad y credibilidad

Si quieres ser reconocido como una voz autorizada en tu industria, o como un experto, tienes que hacerte escuchar. 

Crear contenido es el primer paso para hacerlo, pero no la forma más rápida o la más barata: escribir artículos de calidad y que la gente quiera compartir requiere horas de dedicación. Y hoy no hay nada más caro que el tiempo.

Puedes arrancar con un blog, y luego compartir contenido en medios impresos y digitales que tengan influencia entre tu audiencia.

También debes trabajar en un plan de promoción en redes sociales.

Y recuerda algo importante: el objetivo de un artículo o una columna de opinión debe ser generar engagement, no vender de manera directa. 

Eso vendrá después.

Paso #5. Mantén una red activa de contactos

Los emprendedores más exitosos no solo son personas creativas o buenos administradores. También son capaces de sumar a otros a su proyecto, tanto dentro de la empresa (empleados) como fuera (clientes, proveedores o inversionistas). 

El networking es importante porque tus relaciones personales y profesionales también definen quién eres y qué dice tu marca.

Hay mucho que decir sobre este tema, pero si tuviera que recomendarte una sola cosa diría: sé un constructor de relaciones. Como explican Hoffman y Casnocha, las típicas relaciones públicas son transaccionales: las personas solo piensan en lo que pueden sacar de los demás. “Los constructores de relaciones, en cambio, intentan antes que nada ayudar a los demás, y no llevan la cuenta de sus favores”, dicen.

Construir una marca personal es un proceso en el que necesitas trabajar cada día. Y del que no puedes esperar resultados inmediatos.

Pero si lo haces bien, construirás una audiencia comprometida con tu marca, y dispuesta a escuchar lo que tengas que decir y ofrecer.

¿Cuál ha sido tu experiencia en la construcción de tu marca personal? ¿Te gustaría saber algo más sobre este tema? ¡Me encantaría leer tus comentarios!

Laura ⭐